sábado, 3 de octubre de 2009

Los Pequeños Gigantes nos cuentan...



La Escuela Primaria “Lázaro Cárdenas no.1”, el profesor Salvador Roque Tacho y el equipo: “Pequeños Gigantes” han enviado tres microrrelatos sobre El Duende No:
Autora: Lendy Cirenia Castro Ramírez

Cuando estaba jugando con mis hermanas a las escondidas, me fui a esconder a la cocina y de pronto escueché unos ruidos en el refrigerador, lo abrí y me quede sorprendida; un duendecito se estaba comiendo lo que había en el refrigerador. Entonces le hable a mis hermanas, pero cuando regresamos el duende no estaba, mis hermanas se fueron y no me creyeron, entonces me senté en el sillón, pero volví a escuchar los ruidos, fui a ver y allí estaba de nuevo. Cuando me vio se volvió a esconder y empezó a tirarme comida, le dije que no le haría daño y se acercó diciéndome que él sólo quería comer, le conteste que no había problema, pero en eso, regreso mi mamá y vio todo el reguero que había hecho el duende; me regaño y puso a limpiar. Una vez que termine, le comente al duende que no volviera a hacer eso, ya que me podrían regañar, él contesto que estaba bien y desapareció.

Autor: Uriel García Coronado

Estaba muy a gusto acostado en la cama viendo la televisión, cuando de repente salio un ruido del cajón, entonces lo abrí y era un duendecito, salio corriendo y empezó a molestar al gato, lo correteo por toda la casa. Lo seguí por toda la casa intentándolo atrapar, pero no pude, entonces me senté y recordé que me mamá pronto llegaría del mandado y me castigaría por el cochinero que había ocasionado el duende. Entonces le peque al duende que dejará de correr y que limpiara el desorden que había ocasionado, él obedeció y cuando llego mi madre vio todo en su lugar.

Autora: Guadalupe. Isabel Castro Ramírez

Estaba aburrida sentada en la cocina cuando de pronto apareció dentro del frutero el duende “No”, y me pregunto: ¿Qué haces? Y le conteste que nada. Entonces me propuso ir a jugar, luego para molestar a los vecinos pusimos música de rock a todo volumen, el vecino salió y nos dijo que apagáramos eso, y si la quitamos, mi mamá salio y el duendecito se esfumo. Me regañaron y dijeron que fuera a mi cuarto, luego salio de mi bolsa y le dije que no era bueno hacer travesuras, porque puede tener muchas consecuencias.


¡Vaya que las travesuras tienen consecuencias! Me gustaron muchos sus cuentos, muestran a un duendecito No muy vivo! ¡Gracias! (MGE)

El Duende No en el trabajo de investigación de Ana Pedrosa y Camila Echeveste

Un amigo de papel

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